Mazda actualiza su monovolumen, el Mazda5, en profundidad

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© Mazda

Los cambios efectuados han afectado en profundidad a todas las partes del modelo. Las modificaciones tanto estructurales como mecánicas están orientadas a mejorar su funcionalidad y su rendimiento.

Las puertas traseras son correderas. Los parachoques tanto delanteros como traseros y los grupos ópticos de todo el coche han sido cambiados, aunque la resistencia aerodinámica se mantiene. La parrilla delantera es más sofisticada pero sin abandonar la forma característica de la marca. Las llantas de 16 y 17 pulgadas tienen un nuevo diseño y una mayor rigidez mejorando la sonoridad dentro del vehículo. Las luces continúan siendo de xenón y las de freno de LED.

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A las ya conocidas tapicerías que tenía el modelo, se le han unido dos nuevas de color negro. La consola central y la palanca de cambio se pueden adquirir en color titanio o color negro. La pantalla de control de audio se encuentra situada en el centro y más lejos, para facilitar la visión mientras conducimos. Tiene cargador de seis CD con lector de mp3 y entrada de cable auxiliar. El nuevo navegador funciona por DVD, tiene pantalla táctil, control de voz y una cámara trasera que nos ayudará a estacionar el vehículo.

Los ingenieros japoneses han buscado mejorar la funcionalidad del coche, haciéndolo más fácil de utilizar. Las puertas laterales traseras pasan ahora a ser corredizas. Funcionan mediante un motor eléctrico a diferencia de antes, que eran tradicionales. El revestimiento interior ha sido sustituido por uno de mayor calidad, que mejora la insonorización interior del coche. A estas mejoras se les suman las ya conocidas, como el sistema de regulación de asientos y almacenamiento karakuri, que consiste en dejar hueco en el interior de los asientos para que sirvan como pequeño almacén.

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En el apartado de motores las modificaciones se han centrado en las mecánicas gasolina, que no han sido sustituidas pero si modificadas. Las diesel se quedan igual. El 2.0 gasolina cambia la sonda lamda para reducir las emisiones. Ahora tiene 146 CV a 6.500 rpm y 185 Nm de par a 4.000 rpm. El consumo se ve reducido en 0,3 l/100km quedándose en 7,9 l/100km. Las emisiones de CO2 mejoran y se sitúan en 187 gr/km. El motor 1.8 pasa a tener 115 CV a 5.300 rpm y 165 Nm de par a 4.000 rpm. El consumo de gasolina y las emisiones de CO2 también se han reducido, situándose en 7,6 l/100km y 182 gr/km. En el motor más potente entra como opción una caja de cambios automática de cinco velocidades. El resto de las versiones equipan una caja de cambios manual de seis velocidades, a excepción del más modesto de los propulsores gasolina que equipa una manual de cinco velocidades.

En el apartado dinámico se ha realizado una mejora general de las suspensiones y la seguridad se mantiene igual que en la versión anterior, ABS, 6 airbags, control de tracción y estabilidad y asistencia en frenada.

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