SEAT fue, una vez más, una de las marcas protagonistas de Espíritu de Montjuic. El fabricante barcelonés aprovecha cada ocasión que se le presenta para mostrar su historia, y el evento organizado por la Escudería Targa Iberia, que este año alcanzaba su décima edición, es una de las mejores oportunidades para hacerlo.
El SEAT 850 Especial fue uno de los coches desplazados al Espíritu de Montjuic
La marca celebra en 2023 varias efemérides, aunque si hubiera que señalar una sobre las demás, sin duda sería la del 70 aniversario del comienzo de la producción, en la factoría de la Zona Franca de Barcelona, de su primer modelo: el SEAT 1400.Bajo una gran carpa, SEAT Históricos expuso junto a la berlina otros modelos relevantes para la marca como el SEAT Ibiza Mk II.
El SEAT Ibiza Mk II ha cumplido 30 años
Si la primera generación permitió a la marca crear una identidad propia, ya desligada de Fiat, esta segunda generación que cumple ahora 30 años fue el primer coche producido en la factoría de Martorell y supuso un sustancial salto de calidad en sus productos, en los que se trató de combinar un carácter mediterráneo con un comportamiento dinámico ágil y divertido. Buena prueba de ello fueron las versiones GTi y, posteriormente el GTi 16v, base de las versiones Kit Car que compitieron en el Mundial de Rallies y, por supuesto, antesala del SEAT Ibiza CUPRA, estreno de una estirpe de modelos que ha derivado en la nueva marca exclusiva y deportiva.
El 600 L Especial era literalmente “especial”. Se trata de la penúltima unidad producida de este modelo (el 3 de agosto de 1973) y SEAT la utilizó para las sesiones de fotos de los catálogos, por lo que nunca fue matriculada y ha rodado muy pocos kilómetros.
Si el 600 era el coche accesible con el que SEAT motorizó España, el SEAT 1500 era el coche para las familias más pudientes. Se lanzó a mediados de 1963 como una evolución del 1400 C, que había estrenado tres años antes su característica carrocería de líneas angulosas.
Apenas meses antes de que el SEAT 600 dejara de producirse, llegaba al mercado el SEAT 132 de primera serie para ocupar el espacio que había dejado recientemente el veterano 1500. Se trataba igualmente de una berlina de arquitectura clásica, con carrocería de tres volúmenes claramente definidos, motor delantero y tracción trasera, pero de concepto mucho más moderno y atractivo.
La versión tope de gama era el 1800-Lujo, equipada con un motor biárbol de 1.800 cc y caja de cambios de 5 velocidades, además de unos acabados cromados en la carrocería, madera en el salpicadero y tapicería de terciopelo que hacían de él un coche de lujo y representación. Quizá por ese motivo nunca llegara a producirse una carrocería familiar, como sí tuvieron sus predecesores.
Uno de los coches de carreras más ambiciosos que ha desarrollado SEAT Sport en su historia sin duda fue el SEAT Toledo Marathon. Se trata de un prototipo todoterreno de la categoría T3, con el que se propusieron participar en el Dakar.
Alrededor de un motor turbo de gasolina de 5 cilindros en línea de origen Audi, de 330 CV, construyeron una carrocería cuyas formas recordaban vagamente a las de un Toledo de serie. Por debajo, en cambio, ocultaba una compleja estructura multitubular y, sobre todo, unas elaboradas suspensiones de dobles triángulos en ambos ejes y 30 cm de recorrido. Su sistema de tracción total con diferencial central bloqueable y diferenciales delantero y trasero autoblocantes lo convertían en un aparato a respetar en las pruebas de la Copa del Mundo de Rallies Todoterreno. El Toledo Marathon debutó en la Baja Portugal en 1993 y, con la pareja Servià/Oller logró su primera y única victoria en el Raid de Grecia de ese mismo año. Tras alcanzar tres podios más en 1994 se dio por finalizado el programa, del cual se conserva esta unidad únicamente, de las dos construidas.
Otro de los proyectos de máximo nivel de SEAT Sport fue el Córdoba WRC. Animados por los éxitos de las versiones Kit Car del Ibiza en la categoría de 2 ruedas motrices del Mundial de Rallies, el equipo se propuso dar el salto a la máxima categoría. Para ello eligió el Córdoba SX, la carrocería de dos puertas y dos volúmenes y medio derivada del Ibiza, equipado con un motor 2.0 turbo de 300 CV y tracción total, que fue presentado en 1998. El reto fue mayúsculo, ya que los Ibiza Kit Car siguieron compitiendo, y el programa mundialista finalizó con el podio de Gardemeister en el Rally de Nueva Zelanda en la temporada de 1999.
Paralelamente a la exposición de vehículos, SEAT organizó diversas actividades pensadas para los seguidores de la marca y sus familias. Además, desplazó hasta Montmeló 10 unidades de su colección, cuidadosamente seleccionadas y en perfecto estado. Con ellas se organizó una ruta en caravana por carreteras de los alrededores del circuito, además de una vuelta por el trazado del Gran Premio.
