Nuevo Audi A8: el lujo viaja en clase deportiva

Ingolstadt (Alemania).- Audi, con el lanzamiento del primer A8 en 1994, fue la primera marca que apostó claramente por el aluminio como medio de mejorar el rendimiento de sus modelos mediante una drástica reducción del peso, una apuesta que sigue liderando en la actualidad con el concepto Audi Space Frame (ASF).

Ahora, con la llegada a principios de 2010 de la tercera generación de su modelo de mayor representación, la firma de los cuatro aros ha desarrollado un automóvil en el que el lujo sigue siendo su razón de ser, pero sin renunciar a un carácter dinámico que en esta nueva etapa ha de combinarse necesariamente con un alto respeto al medio ambiente.

El nuevo Audi A8 se presenta de salida con dos motores V8: por una parte, el 4.2 FSI de inyección directa de gasolina que entrega 372 CV de potencia (22 CV más que antes) y un par motor de 445 Nm a 3.500 rpm. La media de consumo ha sido reducida hasta los 9,5 l/100 km, un 13% menos, y la del emisiones es de 219 g/km.

Ello ha sido posible gracias sobre todo a la reducción de las fricciones internas mediante el rediseño de la cadena de distribución y la nueva bomba de aceite gestionada electrónicamente, capaz de inyectar lubricante a dos presiones diferentes, según sea requerido.

Por la otra parte, el poderoso 4.2 TDI, capaz de extraer de sus 4.134 cc de capacidad 350 CV y, atención al dato, 800 Nm de fuerza entre 1.750 y 2.750 rpm. 24 CV y 150 Nm es lo que le saca de ventaja al anterior turbodiésel, pese a lo cual logra un consumo de 7,6 l/100km, un 19% menos que antes, mientras que las emisiones de CO2 se quedan en 199 g/km.

©Audi

©Audi

©Audi

Para lograr estos resultados, además de rebajar las fricciones internas como en el FSI, ahora el sistema common-rail de inyección directa de gasóleo es capaz de generar una presión de 2.000 bares, mientras que los dos turbocompresores y el sistema de recirculación de gases de escape han sido revisados profundamente.

©Audi

©Audi

©Audi

Ambos declaran una velocidad máxima limitada en 250 km/h y, mientras el FSI acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, el TDI logra hacerlo en 5,5 segundos.

Poco después de estas versiones llegará el 3.0 TDI, el V6 ya conocido pero completamente optimizado, que entregará 250 CV y 550 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm, 17 CV y 100 Nm más que el anterior, respectivamente, que lo lanzarán en 6,6 segundos hasta los 100 km/h saliendo desde parado. La incorporación del sistema start-stop, que para el motor en los semáforos, le permite homologar un consumo de 6,6 l/100 km y una emisión de CO2 de 174 g/km.

Posteriormente hará aparición otro V6 TDI de 204 CV que se comercializará únicamente con tracción delantera y que declarará unos consumos y emisiones de 6,0 l/100 km y 159 g/km de CO2.

Hasta la llegada de este propulsor, sin embargo, el A8 se mantendrá fiel a la filosofía de Audi de ofrecer modelos con la tracción total quattro. El reparto de par es de 40% delante y 60% detrás, aunque en caso pérdida de tracción el diferencial central mecánico se encarga de enviar más fuerza al eje que tiene más adherencia. El 4.2 TDI contará con un diferencial trasero deportivo con distribución continuamente variable del par, que será opcional en el resto de versiones. El conductor podrá seleccionar entre 3 modos de actuación de dicho sistema.

Otra de las novedades que incorpora el nuevo Audi A8 se encuentra en el cambio automático, de serie en todas las versiones. Se trata de una caja tiptronic electrónica completamente nueva, que cuenta con 8 velocidades y ha permitido una reducción del consumo en un 6%.

El dinamismo de esta berlina de lujo queda confiado, además de al grupo propulsor, a un bastidor que cuenta con ejes de 5 brazos delante y una composición trapezoidal detrás, entre otras bondades técnicas, con la suspensión neumática adaptive air suspension. Este sistema se ofrece ahora de serie, ya que está integrado en el Audi drive select, que mejora el comportamiento y ha sido mejorado para ofrecer más suavidad a la vez que una mayor rapidez de respuesta. Además, también se ofrece opcionalmente la dirección dinámica.

Entre los elementos de «Infotainment» y de asistencia a la conducción, el buque insignia de Ingolstadt cuenta con un navegador conectado en red a los servicios de asistencia, equipos de audio de alta tecnología como el diseñado por Bang & Olufsen de 1.400 vatios de potencia y 19 altavoces, y servicios online. El asistente de visibilidad nocturna con identificación de personas es otra de las novedades destacadas en una berlina que, gracias a los 5.137 mm de longitud y 2.992 mm de batalla, debe proporcionar sus ocupantes un ambiente de lo más acogedor sin perder, sin embargo, el talante dinámico con el que ha sido concebido.