MissionL: la nueva cara de Skoda

©Skoda

Que una marca eminentemente familiar como Skoda no contara en su catálogo con un compacto hace tiempo que clamaba al cielo. Bajo el manto protector del Grupo Volkswagen, la marca checa ha ido incrementando paulatinamente una oferta en la que se salta de modelos populares como el Fabia o ideales para el ocio en grupo como el Roomster o el Yeti, a otros con un punto más conservador pero igualmente reconocidos rodadores con los que viajar bastante acompañado, como son el Octavia (más su derivado crossover, el Scout) y el Superb.

Con todos estos modelos Skoda ha sido capaz de ganarse un público fiel, pese a que en nuestro mercado la presencia de SEAT, marca con la que comparte, igual que Volkswagen o Audi, una parte significativa de componentes, no le pone las cosas fáciles.

Pero las ambiciones de Skoda van más allá de la Península Ibérica y, de hecho, trascienden las tradicionales fronteras europeas para abordar territorio ruso, chino e indio, con el objetivo declarado de vender 1,5 millones de vehículos en todo el mundo.

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La presencia del Skoda MissionL en el próximo Salón de Frankfurt es la forma que la firma eslava ha elegido para mostrar cómo piensa empezar a cumplir con tal meta, y su idea es conseguirlo precisamente con un coche del segmento C con carrocería de cinco puertas y cuyas líneas definitivas, por otra parte antesala de los futuros diseños de Skoda, no deberían diferir demasiado de los que veremos en la cita alemana.

Su silueta, a medio camino entre berlina tradicional con portón y un coupé, juega con unas proporciones de dos volúmenes y medio que deberían permitir una habitabilidad bastante favorable y un maletero que, como también es tradición en la marca, podría contar con un volumen bastante por encima de la media de su segmento.

Este primer compacto en la historia moderna de Skoda no estará solo, ya que en los próximos dos o tres años tienen pensado presentar un modelo nuevo cada seis meses.

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