La marca alemana ya no se anda con remilgos a la hora de desarrollar una gama. El Mercedes-Benz GLA 45 AMG forma parte del elenco de vehículos cuyas ventas no deberían ser demasiado representativas, pero que sirve de atractiva referencia para sus hermanos más comerciales.
Mercedes-Benz GLA 45 AMG ©Mercedes-Benz
La fórmula utilizada para desarrollar esta versión es la ya conocida en el Mercedes-Benz Clase A 45 AMG: ocultar bajo el vano delantero el poderoso propulsor de aluminio, cuatro cilindros, 1.991 cc, turbo twinscroll e inyección directa de gasolina que entrega 360 CV de potencia a 6.000 rpm y 450 Nm de par motor entre 2.250 y 5.000; filtrar lo justo su entrega a las ruedas a través de una caja de cambios automática doble embrague y siete velocidades Speedshift DCT AMG de serie; y delegar la transmisión de la fuerza a un sistema de tracción a las cuatro ruedas 4Matic, que conecta el eje posterior mediante un diferencial con acoplamiento electrohidráulico a poco que las ruedas delanteras comienzan a pasar apuros. Y eso, en este coche, puede pasar bastante a menudo.
Mercedes-Benz GLA 45 AMG ©Mercedes-Benz
Este tetracilíndrico montado a mano pasa por ser el más potente del mercado entre los de su clase. Si siquiera el principal rival del Mercedes-Benz GLA 45 AMG, el Audi RS Q3, que cuenta con un prodigio mecánico como el 2.5 TFSI, ha osado ir tan lejos en la entrega de potencia y par, aunque éste permite un uso más polivalente.
Mercedes-Benz GLA 45 AMG ©Mercedes-Benz
Es probable que eso haya importado poco a los responsables de Mercedes-AMG, conscientes de que si su criatura más versátil era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,8 segundos, y de que su velocidad máxima superaría de largo los 250 km/h si no se hubiera limitado electrónicamente, que el par máximo llegue un poco más arriba de lo que lo hace en un motor diésel, el asunto no es muy grave.
Mercedes-Benz GLA 45 AMG ©Mercedes-Benz
Mercedes, además, incluye esta mecánica dentro de la familia BlueDIRECT, que es como denominan a las que incorporan la última tecnología de la marca en materia de contención de emisiones. Han homologado para el Mercedes-Benz GLA 45 AMG 175 g/km de CO2, equivalente a uno consumo de 7,5 l/100 km.
