Llegan motores más eficientes al Citroën C5

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La asociación de un turbocompresor Twin Scroll con la inyección directa permite al motor 1.6 THP entregar 156 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 240 Nm entre 1.400 rpm y 4.000 rpm. Acoplado a una caja de cambios manual de 6 velocidades, presume de un consumo de 7,1 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 167 g/km. Ello representa un 15% menos que el veterano 2.0i 16 V al que sustituye.

La oferta diésel, como es habitual en la marca, también ha sido enriquecida. En este caso se trata de una evolución del conocido bloque 2.0 HDi, que ha sido dotado en este caso de la tecnología common-rail de tercera generación, capaz de inyectar el combustible a 2.000 bares. Gracias la interacción con el turbocompresor, el nuevo diésel 2.0 HDi 160 FAP desarrolla 163 CV de potencia a 3.750 rpm, además de un par que alcanza los 340 Nm entre 2.000 rpm y 3.000 rpm.

Este motor está disponible tanto con cambio manual como automático, ambos con 6 relaciones. En el primer caso, reemplaza al 2.2 HDi 170 FAP y su consumo en el ciclo mixto es de 5,6 l/100 km para la berlina (0,1 l/km más para el familiar Tourer), mientras la emisión de CO2 a la atmósfera se queda en 147 g/km (149 g/km en el break), un 14% menos que su antecesor.

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Además de los nuevos propulsores, Citroën ha decidido incrementar la dotación de serie de las versiones altas de gama, las Exclusive. Ahora cuentan de serie con faros bixenón autodireccionales, sensor de aparcamiento delantero con medidor lateral de espacio en aparcamiento, retrovisores electrocromos, cortinillas y el denominado Connecting Box, un paquete que incluye la conexión manos libres mediante Bluetooth, USB y toma auxiliar de audio.

A partir de ahora la gama queda escalonada de la siguiente manera: