©Lamborghini
Sant’Agata Bolognese (Italia).- Lamborghini está disputa a redefinir el futuro de los superdeportivos con el sustituto del Murciélago, que será desvelado (por fin) en el inminente Salón de Ginebra.
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El TechDay celebrado por la marca italiana en colaboración de Audi no solo ha sido el escenario perfecto para desvelar el chasis de fibra de carbono del nuevo Lamborghini V12, sino también para ratificar lo que hace ya un tiempo se cuece en los ordenadores de los ingenieros italianos, que la única forma de mejorar realmente los deportivos actuales es haciéndolos más ligeros.
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En este cometido la fibra de carbono juega un papel central. Y ahí está Audi, que espera un fructífero trasvase de tecnología después de los beneficios que ha supuesto para el Gallardo los conocimientos de los alemanes en la fabricación de coches de aluminio.
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El nuevo V12 de Lamborghini monta un chasis monocasco de fibra de carbono. Eso significa que toda la celda central, incluyendo el habitáculo, es de una sola pieza física. Este chasis ha de proporcionar una extrema rigidez y por extensión mayor precisión en carretera, así como mayor seguridad para el conductor y el eventual acompañante. Todo el monocasco pesa únicamente 147, 5 kg.
Las suspensiones pushrod, el motor de 12 cilindros y la transmisión ISR están conectados al monocasco mediante subchasis de aluminio. Si tenemos en cuenta que la carrocería pesará 229,5 kg, los 700 CV del V12 anticipan unas prestaciones mayúsculas.
