Cambios en profundidad para el nuevo Mazda CX-7

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Madrid.- Mazda ya ha desvelado las interioridades del nuevo CX-7, el SUV de la marca, que cuenta con modificaciones que afectan a todos sus ángulos.
Exteriormente, se ha incrementado el tamaño de la parrilla inferior, que ahora se encierra en un marco de color plata (en la versión Luxury), igual que los faros antiniebla. La aplicación de molduras laterales en algunos acabados y un nuevo paragolpes trasero, aportan una imagen renovada que la marca ha reforzado con nuevos colores y llantas de 18″ y 19″, así como un alerón posterior más grande de serie para el Sportive.
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En el habitáculo se ha mejorado la calidad de los materiales y se ha prestado atención a los más pequeños detalles, como las salidas de aire, que ahora son cromadas, el mullido de los reposabrazos o el nuevo volante y la pantalla multifunción y el navegador integrados en el salpicadero (serie en Active+ y Luxury), que sirve también de pantalla para la cámara de visión trasera. El confort también ha salido ganando con el restyling, gracias a la mejor insonorización y a equipamientos como los asientos delanteros con regulación eléctrico (el del conductor con memoria). Las versiones Active+ y Luxury ganan también el encendido automático de luces y el sensor de lluvia.

El motor 2.3 DISI Turbo de 4 cilindros se mantiene en el vano motor del Mazda CX-7, pero ha sido profundamente retocado para la ocasión. Dotado ahora de inyección directa, ahora ofrece un par un 10% superior a 3.000 rpm debido al efecto refrigerante de este sistema en la cámara de combustión. La forma cóncava de los pistones y la capacidad para inyectar combustible en la fase de compresión también tienen parte de responsabilidad en esta mejora del rendimiento. Aunque entrega igualmente 260 CV a 5.500 rpm, el par de 380 Nm garantiza una mejor respuesta en conducción dinámica, y ahora es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 211 km/h.

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La novedad más señalada, sin embargo, la aporta el motor diésel desarrollado específicamente para el mercado europeo. Gracias a este propulsor, el Mazda CX-7 elimina el hándicap que sufría frente a rivales como el BMW X3, el Mercedes-Benz GLK, el Audi Q5, Ford Kuga o Peugeot 4007 y Citroen C-Crosser, entre otros, que cuentan con una o varias opciones con este tipo de alimentación.

Como el gasolina, se trata también de un tetracilíndrico, en este caso de 2.2 litros de capacidad, que entrega 173 CV a 3.500 rpm gracias al uso de un pequeño turbocompresor de geometría variable refrigerado mediante un intercooler y el sistema de alimentación mediante inyección directa por common-rail. El par motor, de 400 Nm desde 2.000 rpm, también da muestra de las posibilidades de este propulsor, que lanza al CX-7 a 200 km/h, aunque la aceleración de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos es un tanto discreta. El consumo medio es de 7,5 l/100 km. Otra de las novedades de esta mecánica es el sistema SCR de reducción catalítica selectiva, que mediante una reacción química natural logra transformas las emisiones de NOx en nitrógeno y agua. Ello, sumado al filtro de partículas DPF, permite al CX-7 2.2 CRTD reducir drásticamente las emisiones contaminantes.

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Ambas mecánicas comparten la misma caja de cambios usada en la versión anterior, aunque en el diésel se ha alargado el desarrollo de la sexta velocidad para optimizar

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el consumo de combustible. Dicha transmisión va asociada a un sistema de tracción total con reparto activo del par, que cuenta con una centralita que analiza la información enviada por diferentes sensores para conocer el ángulo de la dirección, el índice de guiñada, la velocidad de las ruedas, la fuerza G lateral y la posición del acelerador. A partir de ahí, el módulo de control electrónico de tracción distribuye el par entre ambos ejes mediante un acoplamiento instalado delante del diferencial trasero, que puede recibir hasta el 50% de la fuerza del motor.

El incremento de la rigidez torsional en un 5% contribuye asimismo a mejorar el comportamiento del nuevo SUV compacto de Mazda, así como los nuevos amortiguadores, lo cual permite a los sistemas de seguridad activa (DSC con TCS, ABS, EBD, etc) una mayor eficacia en su funcionamiento.

MAZDA CX-7 P.V.P.
2.2 CRTD 173 CV Active  30.800 €
2.2 CRTD 173 CV Active+  33.450 €
2.2 CRTD 173 CV Luxury  36.450 €
2.2 CRTD 173 CV Luxury + Techo Solar  37.200 €
2.3 DISI 260 CV Luxury  39.400 €
2.3 DISI 260 CV Luxury + Techo Solar  40.150 €

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