Aterriza en Barcelona el nuevo Bentley Flying Spur

Bentley Barcelona, concesionario oficial Bentley perteneciente al grupo Quadis, ha presentado en sociedad la tercera generación del Bentley Flying Spur, algo así como la berlina dinámica de la firma de Crewe, cuyas primeras unidades comenzarán a entregarse a principios de 2020.

Pau Coll, General Manager de Bentley Barcelona y Benjamín Bertrán, responsable de ventas, se encargaron de describir las características más importantes de un modelo que solo conserva de su predecesor el nombre.

Más dinamismo y eficiencia para el Bentley Flying Spur

La versión expuesta para la presentación contaba con la última evolución del motor 6.0 W12 biturbo, estrenada en el Bentley Continental GT. Este sofisticado bloque entrega 635 CV de potencia máxima a 6.000 rpm (10 CV más que antes), y nada menos que 900 Nm (150 Nm más que el anterior) entre 1.350 y 4.500 rpm.

Además de la doble sobrealimentación, esta mecánica cuenta con doble sistema de inyección de gasolina, uno de inyección directa de alta presión y otro de inyección indirecta, así como desconexión de cilindros (se desactivan 6 de los 12 cilindros en los momentos de baja demanda al acelerador).

De transmitir la fuerza del motor a las ruedas se encarga una caja de cambios ZF de doble embrague con función launch control… Esta es una de las pistas que dejan entrever que esa vocación más deportiva que la marca ha querido imprimir a esta berlina no es un farol.

Otra de ellas sería el nuevo sistema de tracción total de esta generación. Frente al reparto 60:40 del modelo anterior, en esta ocasión el Bentley Flying Spur es, en condiciones satisfactorias de adherencia, un coche de tracción total. Solo cuando llegan pérdidas de tracción en el eje posterior se envía par al eje delantero para mantener las cosas en su sitio.

A ello habría que añadir el nuevo sistema de dirección a las cuatro ruedas. En curvas rápidas las ruedas traseras giran levemente en el mismo sentido que las delanteras, lo que mejora la suavidad al abordar los giros a alta velocidad. En las curvas lentas, en cambio, las ruedas posteriores giran en sentido contrario a las anteriores con el objetivo de conseguir una mayor agilidad.

 

Las barras estabilizadoras eléctricas (utilizan una red de 48V) y la suspensión neumática de tres esferas, redondean un bastidor que podría tacharse de deportivo, siempre teniendo en cuenta que estamos hablando de una berlina de 5.316 mm de largo y 2.220 mm de ancho, y que pesa en vacío 2.437 kg, casi 200 kg más que el Bentley Continental GT Coupé, su alter ego de dos puertas (aunque los responsables de la marca se ponen serios al afirmar que el Flying Spur tiene su propio carácter).

Sea como fuere, lo cierto es que ambos modelos prácticamente clavan las mismas cifras oficiales de prestaciones: 333 km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos (3,7 segundos en el Continental). De los consumos y emisiones de la limusina no hay aún datos, pero difícilmente rebajarán los 13,6 l/100 km y los 308 gr/km de CO2, respectivamente, declarados en el coupé con idéntico motor en el ciclo combinado según el protocolo WLTP.

Pero después de tanto dato quizá lo que quieres es saber qué puede hacer al nuevo Bentley Flying Spur más exclusivo de lo que era su predecesor. Pues, entre los muchos detalles que señala la marca, parece que se ha prestado mucha atención a ponerse al día en tecnologías de conectividad y asistencias a la conducción.

Así, envueltos en un ambiente de elegante clasicismo, quienes tengan la oportunidad de viajar en este coche podrán manejar el display rotativo del salpicadero, con una pantalla táctil opcional de 12,3 pulgadas.

Aunque, para manejo, el que pueden tener los pasajeros traseros, que tienen a su disposición un mando a distancia con el que se pueden controlar todas las funciones principales, como la climatización o el masaje de los asientos posteriores.

Hablar de dinero cuando se describe un coche como este puede que no tenga razón de ser, pero es que además el precio de partida es muy poco relevante cuando cada unidad que salga de la factoría de Crewe será prácticamente única. Como referencia, Benjamín Bertrán estima que el valor medio de los Flying Spur que salgan del concesionario rondará los 280-290 mil euros.

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