Prueba Toyota RAV4 hybrid AWD: simbiosis deseada

Toyota RAV4 hybrid AWD

Valoración

Prueba Toyota RAV4 hybrid AWD: simbiosis deseada

Prueba y opiniones por Gaby Esono

El Toyota RAV4 hybrid AWD es un coche que responde a la lógica del mercado actual. De alguna manera, podría decirse que este modelo resume por qué Toyota es uno de los principales fabricantes del mundo.

Toyota RAV4 hybrid AWD

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Esta afirmación se apoya en dos factores que demuestran que la marca japonesa ha sido toda una visionaria: el primero es que el Toyota RAV4 es el precursor de los SUV’s compactos; «el GTI de los todoterrenos», llegué a leer en alguna revista en los años 90 cuando hablaban de un coche que ofrecía buenas prestaciones en asfalto y ciertas posibilidades en pista. El segundo factor es también muy relevante, porque cuando uno piensa en coches híbridos hoy, el primero que viene a la cabeza a la mayoría de la gente es sin duda el peculiar pero eficiente Toyota Prius.

Toyota RAV4 hybrid AWD

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Así pues, el Toyota RAV4 hybrid reúne las condiciones ideales para quienes ambicionan hacerse con un SUV, y a la vez tienen esa conciencia de respeto por el medio ambiente que, poco a poco, está calando en nuestra sociedad.

He de decir que, después de llevar alguna década que otra de adelanto respecto a la mayor parte de la competencia en ambos segmentos, me sorprende que se lo hayan tomado con tanta calma a la hora de dotar al RAV4 con la propulsión híbrida de motor de gasolina y eléctrico.

Toyota RAV4 hybrid AWD

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De hecho, aunque la apuesta de Toyota por la hibridación ha sido firme, su explosión dentro de su gama ha sido relativamente tardía: pasó del Prius a la anterior generación del Toyota Auris (cuando ya estaba al final de su vida comercial); también se adaptó al Toyota Yaris y se creó el familiar Toyota Prius+ para dar una respuesta a quienes tenían más necesidades de espacio. Todo muy racional, como se puede ver.

Toyota RAV4 hybrid AWD

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De modo que ahora que parece que la economía va algo mejor y que la emoción comienza a recuperar terreno en las decisiones de compra, parece el momento ideal para dar una mayor salida a la tecnología Hybrid Synergy Drive e introducirla en el primer Toyota RAV4 híbrido, un coche que apenas encuentra competencia más competencia en el mercado que la del Kia Niro, toda vez que sus rivales naturales, como el SEAT Ateca, el Volkswagen Tiguan, el Ford Kuga o el Mazda CX-5, por citar unos ejemplos, no cuentan con una variante híbrida, ni se la espera a corto plazo. El crossover híbrido coreano, sin embargo, solo está disponible con tracción delantera, cuando este japonés tiene las dos posibilidades, delantera y la tracción total del que ves en las fotos.

El Toyota RAV4 hybrid AWD comparte un buen número de elementos con el Lexus NX 300h, empezando por su grupo propulsor. Se trata de un conjunto formado por un motor de gasolina 2.5 VVT-i de cuatro cilindros de ciclo Atkinson que entrega 152 CV de potencia (y un par de 206 Nm entre 4.400 y 4.800 rpm) más dos motores eléctricos: uno en el eje delantero de 143 CV más un segundo de 68 CV detrás, independiente del grupo delantero, que se encarga de mover las ruedas posteriores y define al sistema de tracción total E-Four de Toyota.

Motor del Toyota RAV4 hybrid AWD

Motor del Toyota RAV4 hybrid AWD

Este motor trasero no solo es el responsable de hacer que este RAV4 híbrido sea un 4×4 -aunque no conviene confundirlo con un todoterreno al uso…-, sino que además permite doblar la capacidad de remolque respecto a la variante de tracción delantera (que no cuenta con el motor trasero) hasta los 1.650 kg.

Su configuración en paralelo de los propulsores hace que la potencia final no sea resultado de sumarlas todas, de manera que en la ficha técnica aparece una cifra de 197 CV, muy notoria, gracias a la cual la marca ha podido homologar una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h.

Llave del Toyota RAV4 hybrid AWD prueba-toyota-rav4-hybrid-71 prueba-toyota-rav4-hybrid-60 prueba-toyota-rav4-hybrid-63

Una batería de hidruro de níquel instalada bajo los asientos posteriores se encarga de alimentar a los dos motores y, como es habitual, se recarga tanto a través de la energía generada en fases de frenada y de retención como a través del motor de gasolina.

Éste, por su parte, conecta con el motor eléctrico y las ruedas delanteras a través de un cambio de variador continuo e-CVT, cuyo comportamiento condiciona las reacciones de la mecánica híbrida de los Toyota -y Lexus- en general, pese a que el RAV4 estrena la palanca con el sistema Shiftmatic que permite cambiar manualmente. Es un gran qué que puedas simular reducciones y subir marchas con la palanca, aunque a la hora de la verdad las mejores sensaciones se obtienen dejando que el conjunto mecánico administre la potencia como mejor considere en función de tus demandas al acelerador.

Toyota RAV4 hybrid AWD Toyota RAV4 hybrid AWD Palanca de cambios del Toyota RAV4 hybrid AWD
Toyota RAV4 hybrid AWD Toyota RAV4 hybrid AWD

Conducir un coche con una transmisión CVT, especialmente un híbrido, obliga a un periodo de adaptación. Como ya me ocurrió en el primer Toyota Prius que probé para Cochesafondo, al principio se te hace extraña la sensación de que no haya una correlación directa entre el aumento de revoluciones del motor de gasolina y la velocidad. Ahora bien, al contrario que en aquella primera ocasión, pisar el acelerador con decisión sí merece la pena. A ello ayuda claramente que se haya añadido el modo Sport a los modos de conducción disponibles (Eco, Normal y el EV, completamente eléctrico), con el que se consigue una respuesta al acelerador más inmediata, así como una mayor retención cuando se suelta el pedal derecho.

Desde luego, no es lo mismo que un 2.0 TSI, por ejemplo, ni lo pretende, pero los casi 200 CV del RAV4 hybrid no tampoco son de los que se esconden. Eso sí, para conseguir acercarte a los 5,1 l/100 km de consumo medio que tiene homologados hay que ser muy cuidadoso con el acelerador y afinar en la conducción eficiente. Durante la prueba, realizada sobre todo en carretera de montaña y autopista a buen ritmo, el ordenador de a bordo registró unos 8,4 l/100 km, que con seguridad se pueden reducir rodando con más tino.

Toyota RAV4 hybrid AWD

Toyota RAV4 hybrid AWD

Ahora bien, que la cifra de potencia sea sugerente no significa que estemos ante un deportivo, ni mucho menos. Con el paso del tiempo, el Toyota RAV4 se ha ido convirtiendo cada vez con menos disimulo en un coche de claro enfoque familiar (en la tercera y cuarta generaciones solo lo encontraremos con carrocería de 5 puertas), y eso tiene una clara repercusión en su comportamiento sobre el asfalto. Las suspensiones, sin ser blandas (el peso de las baterías exige cierta firmeza para sujetar el conjunto) sí están pensadas sobre todo para ofrecer comodidad.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Como consecuencia de ello, absorben bien las irregularidades, pero el balanceo de la carrocería al límite nos recuerda constantemente que se trata de un SUV equipado, además, con un pesado conjunto propulsor híbrido (1.785  kg en orden de marcha pesa el conjunto…), con un centro de gravedad alto que se agradece en ciudad y nos da cierta calma en el campo, pero en carretera las inercias nos invitan a tomarnos las cosas con calma, pese a que su sistema de tracción total está pensado más bien para ayudarnos en momentos puntuales sobre asfalto resbaladizo, aportando un plus de seguridad activa que, en cualquier caso, no le convierte en un trepador extremo a lo Toyota Land Cruiser.

Los tiempos en los que los interiores de los coches japoneses se caracterizaban por la austeridad están quedando cada vez más lejos. En esta cuarta generación del Toyota RAV4, especialmente después del restyling realizado hace cosa de un año (parrilla delantera inferior de mayor tamaño y faros LED son algunos de los detalles que lo delatan), se ha tratado de mejorar la calidad percibida, con buenos resultados, he de decir.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

En el salpicadero se ha dispuesto una pantalla táctil de 7 pulgadas, que complementa la de 4,2 pulgadas situada en el cuadro de instrumentos, y desde la que se gobierna el equipo opcional de infoentretenimiento del SUV japonés, denominado Touch 2 & Go (800 euros), que incluye el navegador, conexión Bluetooth y acceso a diversas aplicaciones.

Este sistema incluye como no podía ser de otra manera grafismos que informan sobre el modo de funcionamiento de la propulsión híbrida en tiempo real, o de nuestro nivel de eficiencia en la conducción. Esta es una de las claves que han hecho cambiar la perspectiva del interior del RAV4, que cuenta asimismo con materiales de tacto más agradable.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

También ayuda a llevarse una buena impresión la posibilidad de incluir equipamientos como el paquete Safety Sense, que por 1.200 euros integra el regulador de velocidad activo, la detección de peatones y el reconocimiento de señales.

Todo esto se combina con un habitáculo generoso, tan plagado de espacios para guardar objetos en las plazas delanteras, como de detalles a partir de las traseras, que dan la verdadera medida de las cualidades del RAV4.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid

Toyota RAV4 hybrid AWD

Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Maletero del Toyota RAV4 hybrid

Para empezar, desaparece el siempre molesto túnel de la transmisión para que el piso sea completamente diáfano. La plaza central, aunque sigue siendo de segunda clase en comparación con las laterales (un mal endémico en el 99% de los coches desde hace dos décadas por lo menos), ofrece una amplitud y comodidad razonables. Su respaldo, solidario con el de la plaza izquierda (el conjunto se abate en proporción 60/40) aloja el apoyabrazos central (con portavasos, pero sin trampilla para esquís) y como el de las otras plazas traseras es regulable en inclinación.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Maletero del Toyota RAV4 hybrid AWD

Maletero del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

El maletero se reserva unos muy destacados 501 litros de capacidad, ampliables a 1.633 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros. Los pasos de rueda traseros condicionan las formas de ese espacio que, sin embargo, ha sido muy bien pensado hasta en los más mínimos detalles. La red portaobjetos, por ejemplo, se puede colocar en varias posiciones y el doble fondo, además, cuenta con un espacio específico para guardar la bandeja plegable, un detalle del que solo nos acordamos el día que necesitamos cargar el coche hasta los topes, pero que a mí me ha ganado el corazón. Coches mucho más grandes, o más familiares o más caros no tienen este detalle resuelto de ninguna manera.

Si el Toyota RAV4 fue el pionero en el segmento de los SUV compactos, que empezó como una propuesta «asfáltico-campera» con ciertos tintes dinámicos, es lógico pensar que la marca japonesa fuera también de las primeras en entender que las familias con necesidades de espacio usaban los monovolúmenes porque no les quedaba otra.

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

Interior del Toyota RAV4 hybrid AWD

El RAV4 muestra, pues, muy buenas aptitudes como coche familiar, por espacio y por abundancia de huecos portaobjetos. Además, la amplitud de las plazas traseras permite alojar sin problemas dos sillitas infantiles, y salvo que los niños sean muy altos no debería haber mucho problema con que apoyen sus pies en el respaldo de los asientos delanteros.

Un detalle mejorable, sin embargo, es la ubicación de las fijaciones ISOFIX, ocultas entre el respaldo y la banqueta, y que obliga a tener mucha paciencia hasta que consigues anclar la sillita. Si va a estar fija en el coche no pasa nada, pero si tienes que andar poniéndola y sacándola (y multiplicado por dos en un caso como el mío), acabas perdiendo mucho tiempo y paciencia.

Por otra parte, las manecillas para abrir las puertas quedan muy al alcance de los niños, de manera que es necesario utilizar el seguro infantil.

El precio de tarifa en España del Toyota RAV4 hybrid AWD con el acabado Advance es de 35.975 euros, al que hay que restar el descuento habitual de la marca (en este mes de marzo es de 1.350 euros). La versión con tracción delantera cuesta 31.950 euros (30.800 euros con el descuento).

Toyota RAV4 hybrid AWD

Toyota RAV4 hybrid AWD

El blanco sólido es el único color sin sobreprecio, mientras que los metalizados como el rojo burdeos de la unidad de prueba cuesta 550 euros. También incluye el Pack Drive Hybrid, que añade las llantas de 18 pulgadas con neumáticos 235/55 R18, los cristales traseros oscurecidos y los faros delanteros con tecnología LED por 700 euros (600 euros de descuento).

Si a ello le sumamos los 600 euros que cuesta ahora el navegador y la red de maletero vertical (43,21 euros), el conjunto se va a los 35.693,21 euros, fácilmente ampliables con la gran variedad de accesorios (bolas de transporte, portabicletas, etc.) y equipamientos de personalización disponibles (tapicerías de cuero, detalles cromados…).

Toyota RAV4 hybrid AWD

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En definitiva, teniendo en cuenta que este SUV concentra lo último en tecnología de propulsión híbrida y que, además, ofrece unas posibilidades de personalización casi de marca premium, me parece un precio razonable por un coche único en su segmento.

 

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