Nuevo Ford Kuga 2020: conectado con el siglo

Ya está disponible el Ford Kuga 2020, la tercera generación del SUV compacto, que la firma del óvalo produce en la planta valenciana de Almussafes y cuyas entregas comenzarán en cuanto se reduzcan las restricciones a la movilidad decretadas por el Gobierno.

Está claro que el estado de alarma en el que se encuentra España (y gran parte de los países europeos y del resto del mundo) debido a la crisis sanitaria causada por el coronavirus ha trastocado todos los planes de Ford, como los del resto de fabricantes.

Por una parte la fábrica está cerrada de momento y, por la otra, la venta de vehículos no entra en lo que podrían considerarse servicios esenciales. En cualquier caso, la marca asegura que ya cuenta con unidades producidas y muchos clientes interesados en el modelo de modo que, si uno quiere vender y otro quiere comprar, seguro que se encuentra alguna solución para poder cerrar operaciones lo antes posible.

Hasta entonces, hablemos de lo importante: a la vista de las imágenes y después de atender a las explicaciones de sus responsables durante la presentación del modelo, el nuevo Ford Kuga se plantea como un coche de vocación más familiar y mucho más tecnológica.

Y es que, cada vez con menos disimulo, los SUV se presentan como lo que, en realidad, siempre han sido, coches familiares con aspecto molón. Algo que, con todo el cariño, no se podía decir de los monovolúmenes, los grandes damnificados del auge de estos coches con pinta de campero.

Pinta sí, pero en esa pérdida de disimulo de la que hablaba antes, da la impresión de que se quedan en el camino ciertas aptitudes para circular fuera del asfalto que, todo sea dicho, tienen mucho que ver con el uso real que se les da a la gran mayoría de ellos.

Así pues, el nuevo Ford Kuga tiene menos pinta de todoterreno y, sin embargo, en las fotos queda mucho mejor. Tiene un aspecto más deportivo y dinámico que, contrariamente a lo que podría parecer, no va en detrimento de sus cualidades como coche familiar, que en el fondo es lo que realmente es.

El Ford Kuga cuenta ya desde el principio con una oferta de motores de mayor eficiencia. Gracias al proceso de electrificación de sus propulsores, su gama puede presumir, según las cifras oficiales, de una mejora en consumos de casi el 30%.

El Ford Kuga PHEV abanderará esta filosofía. Su motor de gasolina 2.5 Duratec de ciclo Atkinson cuenta con el apoyo de un sistema híbrido enchufable, alimentado por una batería de ion-litio de 14,4 kWh, y en conjunto desarrollan 225 CV de potencia.

Unido por una caja de cambios automática, que envía el par a las ruedas delanteras, este conjunto propulsor permite circular en modo totalmente eléctrico durante 56 km (ciclo WLTP) y con él el Ford Kuga declara un consumo combinado de 1,4 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 32 g/km.

Eso sí, para conseguir estas cifras será imprescindible contar con una toma de corriente a mano para cargar la batería (tarda 6 horas con 230 V) y usar adecuadamente los cinco modos de conducción eléctrica (EV Auto, EV Now, EV Later y EV charge).

Aunque Ford espera una alta demanda para esta versión plug-in hybrid, lo más probable es que el grueso de las ventas se reparta entre los Ford Kuga EcoBlue Hybrid (diésel Mild-Hybrid) y los Ford Kuga Eco Hybrid (gasolina Ecoboost Mild-Hybrid).

El EcoBlue Hybrid monta el motor diésel EcoBlue 2.0 de 150 CV, al que se le ha incorporado un dispositivo generador/motor de arranque (BISG), que reemplaza al alternador convencional. Por una parte, este componente se encarga de convertir la energía cinética, generada en las deceleraciones, en energía eléctrica para recargar la batería de ion-litio de 48 voltios, refrigerada por aire.

Por la otra, el BISG ejerce de motor de apoyo al bloque diésel, aportando par eléctrico en condiciones normales de conducción y aceleración, además de energía para los sistemas auxiliares del coche. Con ello, para el Ford Kuga 2.0 EcoBlue MHEV se han conseguido homologar unos consumos de 5,0 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 132 g/km.

Para septiembre se espera la llegada del Ford Kuga Hybrid, un SUV completamente híbrido y autorecargable (es decir, sin enchufe para cargar la batería) con tracción delantera y tracción total. Combinando el motor 2.5 de gasolina de ciclo Atkinson con el motor eléctrico alimentado por batería de ion-litio y un cambio automático con divisor de potencia de desarrollo propio, esta variante híbrida debería ofrecer unos consumos a partir de 5,6 l/100 km y unas emisiones de CO2 a partir de 130 g/km.

La gama del nuevo Ford Kuga también contará con motores de corte más convencional. La oferta diésel la compondrán el 2.0 EcoBlue de 190 CV (5,9 l/100 km y 155 g/km), con tracción total y cambio automático de 8 velocidades, y un 1.5 EcoBlue de 120 CV (5,1 l/100 km y 133 g/km) de tracción delantera, en el que podrá elegir entre caja de cambios manual de 6 marchas o automática de 8 relaciones.

En cuanto a los gasolina sin hibridación, el Ford Kuga se ofrece con dos variantes del motor 1.5 EcoBoost, ambas con tracción delantera y cambio manual, que entregarán 120 CV y 150 CV. Este propulsor, construido en aluminio, se caracteriza por combinar un bloque de tres cilindros, un sistema de inyección de gasolina doble (en el colector de admisión y directa a la cámara de combustión), distribución variable, turbocompresor y sistema de desconexión automática de uno de los cilindros. Con todo ello, a falta de confirmación oficial de las cifras de emisiones y consumos, Ford espera lograr unos valores de 149 g/km de CO2 y 6,5 l/100 km respectivamente.

A la buena presencia exterior y a la prometedora oferta de motores solo le faltaría un interior a la altura de las circunstancias. Pues, después de ver cómo han evolucionado las últimas generaciones de los Ford Fiesta y Ford Focus en los últimos tiempos, tengo la sospecha de que el nuevo Ford Kuga también va a representar un importante salto adelante respecto a sus predecesores.

Construido sobre la nueva plataforma global C2 de Ford, esta tercera generación del SUV compacto mide 4.614 mm de longitud, 2.178 mm de anchura y tiene una distancia entre ejes de 1.5o0 mm. Es por tanto 44 mm más ancho y 89 mm más largo que el modelo saliente, con una batalla 20 mm más larga (2.700 mm), con lo que se ha tratado de conseguir una mayor habitabilidad a pesar de ser 6 mm más bajo.

Los ocupantes traseros son los más beneficiados, pues la firma del óvalo ha puesto mucho empeño en ofrecer 5 plazas claramente habitables (uno de los asuntos pendientes en un segmento en el que las dimensiones exteriores ya comienzan a ser notables). Además, los asientos posteriores son deslizantes, lo que permite elegir entre más espacio para las piernas o incrementar el volumen del maletero (646 litros), según las necesidades del viaje.

Al volante, las imágenes muestran un salpicadero que sigue el estilo de las últimas creaciones de la marca. Según versiones, su equipamiento incluye la última generación del sistema de conectividad de Ford, el SYNC3, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, que se gestiona a través de una pantalla táctil central de 8 pulgadas.

También llama la atención el cuadro de instrumentos digital, de 6,5 o de 12,3 pulgadas. Este último, personalizable, cambia su presentación dependiendo del modo de conducción elegido, entre los cinco disponibles con la tecnología Drive Mode (Normal, Eco, Sport, Resbaladizo y Nieve/Arena). Para completar el panorama, el Ford Kuga cuenta con el Head-Up Display, que permite ver la información de conducción más importante (velocidad, velocidad máxima de la vía, indicaciones de navegación, etc.) en el campo de visión de la persona que conduce.

Si esto representa un salto notable respecto a la generación anterior, la incorporación del módem integrado FordPass Connect, con capacidad para proveer conexión WiFi hasta 10 dispositivos móviles, lo coloca en otro nivel, en cuanto a conectividad aplicada a un automóvil de este segmento.

Y es que, vinculada a este componente, Ford ha creado una aplicación para smartphones que permite controlar diversas funciones del Kuga de forma remota: por ejemplo, localización y estado del coche, apertura y cierre de puertas o arranque a distancia (en las unidades con cambio automático de 8 velocidades).

El Ford Kuga Plug-In Hybrid aún cuenta con más ventajas, como son la selección de los tiempos de recarga de la batería preferidos, programación de la climatización, registros de viaje y carga para gestionar el gasto de energía eléctrica y combustible, avisos del nivel de carga o buscador de cargadores, entre otras funciones.