Renault va muy en serio con Alpine

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Cuando Renault se sacó de la manga el prototipo Alpine A110-50, derivado del Mégane Trophy de carreras y con desarrollo de Renault Sport Technologies, era lógico pensar que se trataba de una propuesta excesivamente radical como para terminar circulando con la correspondiente matrícula por las carreteras.

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El acuerdo firmado entre Renault y Caterham Cars ha dado un aire completamente diferente al proyecto. El objetivo de ambas compañías, que se repartirán el accionariado de la nueva Société des Automobiles Alpine Caterham, es desarrollar y fabricar coches deportivos que mezclarán los rasgos distintivos de dos marcas con un pedigrí incuestionable. Incluso se ha anunciado que los nuevos modelos se construirán en la actual planta de Alpine en Dieppe (Francia), encargada de fabricar los vehículos de Renault Sport Technologies tanto de calle como de carreras y que asegura de esta manera su viabilidad.

Alpine Renault A110 © Renault

El primer modelo de esta nueva asociación, del que no se ha facilitado por ahora el más mínimo dato, será lanzado al mercado en los próximos tres o cuatro años. Según Carlos Tavares, COO de Renault, las aspiraciones de la compañía para revivir Alpine “dependían de nuestra capacidad para encontrar un socio que asegurara la viabilidad económica de una aventura de este calado”. Tavares ha confirmado que el proyecto entrará inmediatamente en la fase de “diseñar un vehículo que recoja la esencia de Alpine y reviva la llama de la pasión deportiva una vez más”.

El equipo de Caterham en la Fórmula 1 ya emplea motores fabricados por Renault desde el inicio de la temporada 2011. Según ha manifestado Bernard Ollivier, máximo responsables de la nueva Société des Automobiles Alpine Caterham, “la hoja de ruta de la nueva compañía es clara: respetar el ADN tanto de Alpine como de Caterham Cars”.

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