El Mercedes-Benz SLS AMG, Safety Car de la F1

Stuttgart (Alemania).- Desde hace ya bastantes temporadas, nos estamos acostumbrando a ver un turismo plateado delante del ejército de monoplazas tecnológicamente más avanzados del mundo para guiarles por el circuito antes de empezar las carreras del campeonato de Fórmula 1, o para pararles los pies cuando sucede algo en la pista.

Para esta sesión, que empieza el próximo 12 de marzo en Bahrein, la F1 estrena coche nuevo para poner paz entre Alonso, Schumacher, Button, De la Rosa y compañía.

Se trata del nuevo Mercedes-Benz SLS AMG, pilotado por el alemán de 38 años Bernd Mayländer, a quien acompañará en todos los grandes premios el comisario británico de la FIA Pete Tibbetts, de 44 años.

Para poder llevar a cabo su labor de control de los coches cuando sea requerido, parece que las prestaciones deportivas eran condición sine qua non para el nuevo modelo, cuya comercialización empezará el 27 de marzo.

Los 571 CV y 650 Nm que emanan de la última evolución del 6.3 V8 de AMG algo tendrán que decir al respecto. De hecho, la razón principal de contar con este propulsor es asegurar que, pese a tratarse de un turismo, será capaz de mantener un ritmo por vuelta lo suficientemente alto para evitar que los neumáticos y frenos de los monoplazas se enfríen demasiado deprisa, ni que sus motores se calienten.

Obviamente, aunque el propulsor podría competir en potencia con los de los monoplazas, los 1.620 kg de peso sitúan al SLS AMG en una órbita diferente.

Ahora bien, componentes como las suspensiones con dobles trapecios de aluminio, el cambio secuencial AMG Speedshift de siete relaciones (aunque con doble embrague) o los discos de freno cerámicos muestran claramente la capacidad de rodar rápido del nuevo coupé de Mercedes-Benz.

©Mercedes-Benz

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