90 años de Mazda: Mazda 110S Cosmo Sport

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©Mazda

Redacción – El concepto de motor rotativo desarrollado por Felix Wankel impresionó tanto al ingeniero de Mazda Kenichi Yamamoto que la firma japonesa compró la patente en 1961. La primera unidad que se envió a la central de Hiroshima vibraba tanto que el rotor arañaba las paredes interiores de la cámara de combustión, pero en Mazda estaban convencidos de las posibilidades de la idea.

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Kenichi Yamamoto ©Mazda

Ni siquiera la fallida experiencia del NSU Spider monorrotor de 1964 hizo desistir a Yamamoto y sus colaboradores, que se emplearon para perfeccionar las tecnologías de lubricación y estanqueidad del motor Wankel y fueron capaces de llevarlo a la producción tres años después, en el Mazda 110S Cosmo Sport.

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©Mazda

Las proporciones del Mazda 110S Cosmo Sport no suponían ninguna novedad, con su largo capó, motor delantero y tracción trasera. La verdadera innovación era el motor rotativo de dos rotores, el primero de este tipo que se montaba en un automóvil de producción, suficientemente fiable y duradero incluso rotando a 7.000 rpm, por lo menos para los estándares de la época.

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La gran ventaja del motor Wankel es su suavidad de funcionamiento y elevada capacidad de giro, porque la disposición del rotor no obliga a convertir movimiento vertical de los motores de pistones en movimiento de giro.

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Marathon de la Route, 1968 ©Mazda

Para demostrar al mundo que esta vez no se había dejado nada al azar, Mazda llevó el Cosmo Sport a la edición de 1968 del Marathon de la Route, una prueba de resistencia que desde 1965 había dejado su Lieja natal para convertirse en una carrera de 84 horas de duración en Nürburgring.

El Cosmo Sport logró terminar, y lo hizo en una esperanzadora cuarta posición. Probablemente esto bastó para reforzar la longeva excentricidad de Mazda con los motores rotativos, y de paso también para convertirse en la base de todos los deportivos de Mazda que siguieron su estela.

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