Volkswagen convierte en coupé el concept CrossBlue

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A finales de 2011 la gente de Volkswagen eligió Tokio para desvelar el Cross Coupé, primer ejemplo de cómo interpreta la marca que debe ser la propulsión híbrida en modelos más o menos modestos, usando el motor 1.4 TSI; en enero de 2013 fueron a Estados Unidos, para explicar durante el Salón de Detroit que el futuro de la propulsión híbrida en un SUV grande como el CrossBlue bien podría pasar por el motor diésel 2.0 TDI Clean Diesel. Lejos de quedarse contentos con esto, ahora se han largado a Shanghai, donde exhiben una alternativa más prestacional que las anteriores.

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Con el Volkswagen CrossBlue Coupé, la firma de Wolfsburg plantea un concepto algo más dinámico por formas pero no por dimensiones (mide 4.889 mm de longitud), en el que el empuje principal recae en un motor V6 TSI de la serie EA390, que traducido significa que han montado el bloque VR6 (aquel de V estrecha que estrenó en su día el Volkswagen Golf III), sobrealimentado (con turbo) y con inyección directa de gasolina, que en este caso entrega 299 CV de potencia y 500 Nm de par motor.

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Igual que su hermano americano (el CrossBlue a secas está pensado para gustar en ese mercado, por eso es más grande que el Touareg pero sin el carácter premium de éste, y claramente por encima del Tiguan), el CrossBlue Coupé ha sido desarrollado sobre la plataforma modular del grupo, denominada ‘MQB’, en la que se han montado de nuevo dos motores eléctricos del mismo tipo: uno de 54 CV y 180 Nm acompañando al de gasolina bajo el capó, y otro detrás de 116 CV y 270 Nm, separado y sin conexión física con los dos.

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En lugar de dicha conexión, cuenta con lo que denominan “árbol cardán eléctrico”, una suerte de comunicación entre ambos ejes que permite al sistema o al conductor decidir cuándo es conveniente activar el motor posterior y convertir a este crossover de un tracción delantera a un trasera o un tracción total. El espacio que normalmente ocuparía un árbol de transmisión convencional se ha aprovechado para instalar la batería de ión-litio de 9,8 kWh, mientras que la caja de cambios es, nuevamente, una automática DSG de doble embrague con 6 relaciones.

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Este prototipo sirve, pues, para mostrar no solo lo que podría ser la fuente de inspiración de los futuros modelos off-road de la marca, sino que ha permitido a Volkswagen exhibir la flexibilidad de los componentes que está desarrollando en la actualidad, que en el caso de la tecnología híbrida ya solo se plantean en formato enchufable o plug-in.

En el caso del CrossBlue Coupé, la incorporación del motor de gasolina permite incrementar la potencia del conjunto, que alcanza en total los 415 CV de potencia y los 700 Nm de par motor máximo, este último disponible en el modo Boost.

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Toda esta tecnología no tendría mucho sentido si no se pudiera acompañar de unas cifras que llamen la atención: si se homologara, Volkswagen estima que de los 6,9 l/100 km que consumiría el motor V6 TSI si no contara con la ayuda eléctrica se pasaría a los 3,0 l/100 km, según la norma ECE R101 creada para estandarizar las mediciones en vehículos híbridos eléctricos.

A pesar de los 2.220 kg que pesa la criatura, Volkswagen asegura que este SUV de 5 plazas podría alcanzar una velocidad máxima de 236 km/h, que serían 120 km/h impulsado únicamente con energía eléctrica.

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