Terapia de pareja en la Fórmula 1

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A. Aulesa – Todo iba bien. Finalizado en GP de Mónaco Mark Webber era primero de la clasificación, seguido y empatado a 78 puntos por su compañero de equipo, Sebastian Vettel. Habían conseguido el tercer doblete de la temporada (Vettel fue primero en Malasia y Webber terminó segundo; En Montmeló Webber ganó la carrera y Vettel fue tercero; En Mónaco Webber volvió a ganar y Vettel terminó segundo). Pero en Turquía las cosas se torcieron… Aquello que parecía un muro de buenas relaciones, amistad y respeto mutuo se esfumó, dejando a la vista el mismo cuento de siempre. Resulta lógico que dos de los aspirantes al mundial se peleen entre ellos, pero si están en el mismo equipo y no saben controlar sus ansias de victoria y ego personal, la cosa ya se complica algo más.

terapia-pareja-f1-12754097003.jpg Christian Horner, Team Manager del equipo Red Bull Racing ha tenido que dar explicaciones a la prensa sobre lo ocurrido en Turquía: «Ellos representan a toda una escudería; saben que lo que ha sucedido no sólo les ha costado caro a ellos mismos, sino al resto del equipo«. Por otro lado, Horner ha desmentido cualquier indicio de mala relación entre ambos: «No existe ninguna rivalidad entre los pilotos. Los dos son competitivos. Los dos son animales hambrientos, y es nuestra tarea asegurarnos de que aprenderán de esto y que no vuelva a ocurrir«. Para ello, el jefe de Red Bull propone lo siguiente: «Lo más importante, y yo mismo he vivido antes este tipo de situaciones en diferentes fórmulas, es hablar de las razones que han motivado esta situación con los propios pilotos, que es lo que vamos a hacer aquí«.

En este caso, el responsable de la escudería es muy consciente del problema y de las consecuencias futuras que podrían perjudicar a Red Bull si este comportamiento se repite: «Necesitamos que los dos se den cuenta de la gravedad de lo ocurrido y hace falta un poco de cooperación por parte de ambos«.

Mark Webber también ha realizado declaraciones sobre el incidente del domingo en Turquía: «El equipo al completo, con los pilotos, debemos aprender a manejarnos mejor en estas situaciones«. Sin nombrar culpables ni señalar a nadie con el dedo, Webber asumía el error y desmentía una mala relación con su compañero de equipo: «Me gusta el coche, el equipo está haciendo un gran trabajo y Sebastian y yo estamos muy, muy juntos. Unas veces es él, otras yo. Hemos hecho grandes carreras en los últimos tiempos. Esto sólo ha sido un pequeño parón en nuestro camino. Hemos tenido días peores«.
Además, Webber salía del paso recordando que otros equipos también han vivido situaciones parecidas: «Ferrari y McLaren han tenido días así«.

terapia-pareja-f1-12754097004.jpg Y Mark Webber tiene toda la razón. Porque esta situación ya no puede sorprendernos en la F1. Desde la mítica rivalidad entre Ayrton Senna y Alain Prost en McLaren hasta la que protagonizaron Fernando Alonso y Lewis Hamilton también en la marca británica, los piques entre pilotos de un mismo equipo se han ido sucediendo a lo largo de las décadas en la máxima categoría del automovilismo.

De hecho, la mala relación entre Alonso y Hamilton (2007) terminó con el mundial, que McLaren estaba ya saboreando, en manos de Kimi Raikkonen para Ferrari. Esa fue una situación límite, pues ambos pilotos mantenían una lucha inviable a todas horas, tanto dentro como fuera de los circuitos. Tanto fue así, que la publicación «The Independent» la incluyó en su top 10 de las rivalidades más fuertes de la historia del deporte.
«A los pilotos de Formula 1 no les falta ego y cuando la jerarquía en un equipo no está clara, surgen tensiones«, fue la conclusión que sacó el periódico inglés de aquella confrontación.

terapia-pareja-f1-12754097015.jpg En el caso de Red Bull, el equipo debe aprender del error de Turquía y no permitir que semejante incidente vuelva a ocurrir, pues el resto de sus rivales se aprovechará mucho de esta situación en caso de no solucionarse. Y si no que se lo digan a Raikkonen…

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