Porsche, decidida a crear un híbrido para cada gama

Stuttgart (Alemania).- El jefe de desarrollo de Porsche, Wolfgang Duerheimer, lo ha dejado bien claro en declaraciones a Automobilwoche: «en el futuro, tendremos propulsión híbrida en cada una de nuestras gamas».

Existe una razón fundamental que lleva a la firma de coches de altas prestaciones a reconocer esta estrategia de lanzamientos. La normativa antipolución de la EU, al obligar a todos los fabricantes a homologar unos promedios de emisiones de CO2 cada vez más bajos, ha hecho necesario que se replanteen seriamente los sistemas de propulsión. Pese a que el organismo europeo concedió una moratoria ante las presiones de los principales fabricantes de coches de lujo alemanes, su posición es firme y, de aquí a 2015, Porsche deberá reducir la media desde los 255 g/km que tiene establecida en la actualidad hasta los 216 g/km.

Porsche 918 Spyder ©Porsche

Porsche 918 Spyder ©Porsche

Porsche 918 Spyder ©Porsche

Hasta ahora, el primer modelo de calle de Porsche con un nivel de emisiones de CO2 relativamente contenido había sido el Cayenne diésel. Este modelo, sin embargo, respondía más al ánimo de la marca de Stuttgart de abrir el espectro de clientes potenciales que el de cumplir tal normativa.

Otra cosa es el Porsche Cayenne S Hybrid, un modelo presentado en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra que sí enlaza con esta tendencia obligatoria. El siguiente en la lista de híbridos de Porsche será el Panamera, el coupé de cuatro puertas y portón que estará disponible con este tipo de propulsión a partir de 2011. Según Heinz-Jakob Neusser, jefe de motores de Porsche, este coche podrá recorrer entre 5 y 6 kilómetros solamente con energía eléctrica.

El espectacular Porsche 918 Spyder, que también pudo verse en el Salón de Ginebra, debería ser el siguiente, aunque su misión irá mucho más allá que la de servir para ocupar una plaza en el garaje de unos pocos escogidos. «Queremos ver cómo podemos incorporar la energía eléctrica en nuestros coches deportivos con la ayuda de esta corta producción», reconoce Duerheimer, que espera que la marca consiga el objetivo impuesto por la UE gracias a la experiencia obtenida en el desarrollo de este coche híbrido enchufable. No menciona al Porsche 911 GT3 R Hybrid, pero no hay ninguna duda de que los buenos resultados obtenidos en las diferentes carreras en las que ha competido no quedarán sólo para los libros de historia.

El downsizing según Porsche

La estrategia para bajar las emisiones, sin embargo, no podía quedarse tan sólo en la aplicación de motores eléctricos. Antes al contrario, si Porsche ha transgredido varias barreras con el lanzamiento de un SUV (sin olvidar su correspondiente versión diésel) y un sedán, sólo le queda una más, que en realidad no sería nueva: la vuelta a los cuatro cilindros.

Desaparecido del catálogo de la marca germana desde que finalizara la producción del Porsche 968, la necesidad de aplicar la filosofía downsizing podría significar también la llegada de bloques tetracilíndricos nada menos que al 911. Así lo afirma Duerheimer, a quien no le importa decir en voz alta que «si las normativas de CO2 lo requieren, entonces nuestros motores serán más pequeños y tendrán sólo cuatro cilindros». «Lo importante es que la potencia tiene que ser correcta», continúa, para concluir que «el 911 siempre tiene que estar al límite».

No hace falta decir que, por mucho que Subaru sea capaz de extraer 300 CV de una configuración similar y con 2,5 litros de capacidad, y por mucho que Porsche recurra a la inyección directa y a la sobrealimentación, su trabajo tendrá que rebasar la excelencia si quieren que los seguidores de la marca se recuperen en algún momento.

Paralelamente al trabajo realizado en los grupos propulsores, el peso será otro de los aspectos en los que se va a poner el acento. El objetivo de Porsche es mantener la masa constante con cada nueva generación de sus modelos, incluyendo los nuevos equipamientos de seguridad y confort.

Ello implica que bastidor y carrocería, entre otros componentes, deberían ser en conjunto un 10 por ciento más ligeros, algo que hoy difícilmente se puede conseguir con las tecnologías actuales. En Porsche calculan que en 5 años podría estar listo del desarrollo de carrocerías de carbono para coches de calle, gracias a las cuales se podrían ahorrar del orden de 50 kilos de peso.

Lo que Duerheimer no acepta es que se diga que el lanzamiento del nuevo Cajun, el SUV que Porsche colocará por debajo del Cayenne, vaya a servir para rebajar su media de emisiones. Teniendo en cuenta el éxito de modelos como el BMW X3, el Mercedes-Benz GLK o el Audi Q5, habrá que creer al técnico alemán cuando asegura que la intención de Porsche es ganar nuevos clientes.