El Porsche 911 GT3, subiendo el Pikes Peak

Colorado Springs, Colorado (Estados Unidos).- El Porsche 911 GT3 Cup es protagonista de un certamen monomarca de los de alto copete, en el que no basta con tener dinero sino que es fundamental tener unas buenas dotes de pilotaje si se quiere llegar sano y salvo a la meta.

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Basado en el 911 GT3 RS, las más de 1.400 unidades producidas recibieron una cura de adelgazamiento sobre el ya muy afinado modelo de calle, y se lograba bajar el peso hasta los 1.200 kg. El motor bóxer, por su parte, recibía un incremento de la cilindrada hasta los 3,8 litros gracias a lo cual sus seis cilindros opuestos entregan 450 CV a las ruedas traseras.

Sí, a las ruedas traseras. Así que, por mucho que el cambio secuencial de 6 velocidades permita unas transiciones más rápidas, por mucho que se haya ensanchado el eje trasero para albergar unas ruedas más grandes, y por muchos spoilers y alerones que le hayan puesto para mejorar la

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estabilidad a alta velocidad, tener bajo control semejante caballería exige algo más que una cuenta saneada.

Sobre todo, si de lo que se trata es de llegar a cada para contar, como hizo Jeff Zwart, que batió el récord de su categoría para clasificarse. Lo que no se pudo medir es la cantidad de adrenalina quemada al final de la prueba.

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